► A continuación relataré uno de mis mejores e inolvidables viajes, el más bonito y largo de mi vida, el viaje a mi querido país Argentina.
En febrero del año 2006, mi familia, especialmente mi mamá decidió que fueramos a visitar a mi tía María que vive en Argentina, hace muchos que no nos veíamos, asi que esas vacaciones serían especialmente para visitarla, y a la vez conocer el país.
Recuerdo que el día del viaje estábamos muu nerviosos y con ansias por doquier.
todos arreglábamos nuestras maletas al mediodía, mi hermano y yo le colocábamos música a nuestros mp3, luego alisándome el pelo a última hora, de forma rápida.
Esa tarde hacía un calor horrible, aún no puedo olvidar la sonrisa de mis padres, que cada vez se hacia más y más grande.
Cuando ya faltaba una hora para comenzar nuestro recorrido, mi madre bendeció la casa y le pidió a Dios que cuidara de nosotros.
Poco tiempo tuve para despedirme de mi fiel y buen amigo Max, mi mascota.
Tomamos nuestros bolsos y nos dirigimos al terminal de buses, ahí esperamos unos minutos sentados en las bancas comentando lo que significaría este próximo viaje para nosotros. Dentro de mí tenia tantas ganas de llegar rápidamente y salir a recorrer.
Mi madre estaba felíz, ya que hace años no veía a su hermana mayor.
El bus llegó y mi padre subío nuestras cosas,nos sentamos juntos y cuando el bus comenzó a partir nuestros corazones se aceleraban sin control.
Al cabo de unos minutos, traté de dormir , pero no podía, tenía tanta emoción dentro de mí, que el sueño podía esperar.
Bueno ya habían pasado horas y no recuerdo en qué momento me dormí.
llegamos al terminal de Mendoza, era temprano, el lugar hermoso, chiquitito, pero agradable, habían cosas hermosas en venta.
Mis papás fueron a comprar el pasaje con destino a Mar del Plata, faltaba unas horas para que el bus llegará, por lo tanto fuimos a desayunar, pude notar que el azucar venía el bolsitas pequeñas, y era un poco mas rico el sabor.
las horas pasaban, el bus no llegaba, y el hambre se apoderaba de nosotros como nunca, encontramos un restaurant, fuimos a comer algo, todo muy delicioso, como no conocíamos muy bién a cuantos pesos chilenos equivalía el dinero de allá, mi madre dejó propina de 1 peso argentino.
Nos devolvímos al terminal, al fin apareció el bus, era grande, de dos pisos, lo mejor de todo era que mi mamá habia comprado los cuatro primeros asientos del segundo piso, con la mejor vista! muy genial. Primera vez que viajabamos en uno así.
el camino hacia Mar del Plata, era muy largo, en la noche nos deleitabamos viendo los mosquitos que morían aplastados en el vidrio jaja.
el bus era muy cómodo, sobre todo los asientos, asi que esa noche dormí feliz.
a la mañana siguiente nos despertó el encargado de repartir frazadas y desayuno.
nos ofreció leche con chocolate, té, café, jugo, pan, y dulces.
buenísima la atención, nada que decir.
desayunamos y notamos que ya habíamos llegado a Mar del plata, nuestros ojos miraban hacia todos lados, apreciando cada cosa, persona, lugar.
llegamos al terminal y mis primos nos estaban esperándo, yo no los conocía muy bién, ya que sólo los vi cuando tenía 5 años, asi que no recordaba sus rostros.
todos nos abrazamos contentos, felices de haber pisado la tierra luego de 3 días de andar en bus.
mi prima llamó un colectivo para que nos lleváse a casa, el pasaje donde viven es tranquilo y el camino es de tierra, super lindo.
mi prima abrió la puerta y dentro de la casa estaban mis demás primos y mi tía esperándonos con una gran sonrisa.
fue una sensación agradable, nos mostró su casa, y volvimos a tomar desayuno.
ese día hablamos mucho,
mis padres y mi tía cocinaron, fue nuestro primer almuerzo juntos.
En la noche salímos a conocer, llegámos a una playa, justo ese día habian fuegos artificiales, la gente era muy amable, con mi madre comenzamos a comparar los países, allá no se vé delincuencia, y en ningún momentos vimos mendigos.
Fuimos a un persa grande, habían cantidades de ropa, artefactos, recuerdos y comida.
Esa noche fue hermosa.
Al otro día nos levantamos temprano para ir a pasar el día en la playa, íbamos todos, fuimos a tomar la micro, que allá tiene otro nombre, el cual no recuerdo. presenciamos algo que acá en Chile nunca hemos visto, una señora marcó su tarjeta y no tenía dinero, otro señor se paró y marcó con su tarjeta el pasaje de la mujer, ella le devolvió el dinero y se sentó.
nosotros quedamos anonadados, nunca habíamos visto algo así.
el centro de Argentina es muy hermoso, vimos un casino, un tipo de bus en el que se hacen fiestas es abierto y dentro de él viajan personas con disfraces y bailando, tiene paradero especial para recoger a las personas que se quieran unir, fue lo mejor.
la playa tenía una gran estatua de un Lobo marino, el agua fantástica, era tibia asi que eso le sumaba muchos puntos al deseado viaje. la gente era simpática y nos inspiraba confianza.
ese día con mi padre estuvimos casi dos horas seguidas bañándonos.
Cuando volvimos a la casa de mi tía, el clima cambió de un momento a otro, comenzó a llover y habían truenos, salí al patio, porque dentro de la casa hacía mucho calor, el agua que caía era tibia.
pasaron los días, y celebramos el cumpleaños de mi hermano que cumplía sus 18 años, mi tía preparó un rico asado en el patio, mi hermano por fin podía ir a las discos de allá, estaba muy feliz, y en la noche salió a festejar su cumple con mis primos mayores.
a la noche siguiente, todos juntos vimos el festival de viña, mientras que mi tía preparaba una pizza, nos atendió muy bien.
Cada vez que salíamos al centro, sacábamos fotos para recordar hasta el día de hoy.
me comencé a unir más con mis primos, para conocernos y recuperar el tiempo perdido.
el día anterior a que nos devolviéramos a Chile, fuimos a la playa a comprar recuerdos, yo compré unas cadenitas para mis mejores amigas, y un montón de cosas más, para qué decir mi mamá, se compró casi todo lo que pillaba, para llevarle a las vecinas, a las amigas, a mi otras tías, etc.
Nuestro último día llegó, mis papás fueron a comprar los boletos en la mañana, alcanzamos a tomar desayuno, y nos fueron a dejar al terminal, nadie tenía ganas de irse, ya nos habíamos afiatado con ellos, pero yo debía llegar ese día, porque en 3 días más debía entrar al colegio.
Camino a Chile, venía pensando y recordándo todo lo vivido, lo bién que me sentí, y lo feliz que estaba de haber visitado a mi familia.
El camino era pura cordillera, y vueltas horribles, tenía un poco de miedo, me quedé dormida.
llegamos al terminal de Santiago aproximadamente a las 4 de la tarde, justo ese día comenzaba el tema de las tarjetas Bip, y nosotros no teníamos, era un caos, en ese momento volvímos a la realidad, tomamos un taxi y volvimos a nuestra casa.
mis padres felices y tranquilos de haber llegado bien a casa, yo para variar cansada, y mi hermano también.
Y volvímos a la rutina de siempre, lo mejor de todo era que tenía una gran historia para contar en mi colegio acerca de mis vacaciones.
Sin duda ese viaje fue el más genial, y el primero que se viene a mi mente a la hora de hablar de salidas.
Creo que pronto se volverá a repetir, ojalá se pueda, porque lo esperaría con ansias!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario